El artículo 12 del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana señala que corresponde a la Generalitat velar por la protección y defensa de la identidad y los valores e intereses del pueblo valenciano y el respeto a la diversidad cultural de la Comunitat Valenciana y su patrimonio histórico.
Por otro lado, la Ley 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano, establece en el artículo 45 que serán declarados bienes inmateriales de interés cultural las actividades, creaciones, conocimientos, prácticas, usos y técnicas que constituyen las manifestaciones más representativas y valiosas de la cultura y de las formas de vida tradicionales de los valencianos, así como las tradiciones en sus manifestaciones musicales, artísticas, gastronómicas o de ocio, y especialmente las que han sido objeto de transmisión oral, y las que mantienen y potencian el uso del valenciano.
Vistos los informes técnicos favorables a la incoación del expediente de declaración de bien de interés cultural inmaterial emitidos por el Servicio de Patrimonio Cultural y por la Comisión Técnica para el Estudio e Inventario del Patrimonio Inmaterial.
Considerando lo que dispone el artículo 27 de la Ley de la Generalitat Valenciana 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano, resuelvo:
Incoar expediente para declarar bien de interés cultural inmaterial, el sistema constructivo de la plaza de toros de Algemesí.
De acuerdo con los artículos 28 y 45 de la Ley de la Generalitat Valenciana 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano, se hacen constar en el anexo de esta resolución la descripción del bien y sus valores.
La protección del sistema constructivo de la plaza de toros de Algemesí, como patrimonio cultural inmaterial se concretará en las medidas siguientes:
a) Realizar labores de identificación, descripción, investigación, estudio y documentación con criterios científicos.
b) Incorporar los testimonios disponibles a soportes materiales que garanticen su protección y preservación.
c) Velar por el desarrollo normal y la pervivencia de esta manifestación cultural, y también tutelar la conservación de sus valores tradicionales y su transmisión a las generaciones futuras.
Cualquier cambio que exceda del normal desarrollo de los elementos que forman esta manifestación cultural se tendrá que comunicar a la dirección general competente en materia de patrimonio cultural para que, si procede, reciba la autorización administrativa y se modifique la presente declaración.
La gestión del bien la tendrá el Ayuntamiento de Algemesí, junto con todos los actores de esta manifestación inmaterial que serán los que decidirán sobre aspectos materiales e inmateriales, así como sobre el desarrollo de la mencionada manifestación cultural.
En cumplimiento de lo establecido en el artículo 27.3 de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del patrimonio cultural valenciano, se notifica la presente resolución a los interesados, y se comunica al Registro General de Bienes de Interés Cultural para que se anote de manera preventiva.
Publicar la presente resolución con su anexo en el «Diari Oficial de la Generalitat Valenciana» y en el «Boletín Oficial del Estado».
Valencia, 19 de septiembre de 2024.–El Conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira Jover.
1. Identificación.
Sistema constructivo tradicional de la Plaza de toros de Algemesí.
a. Identificación geográfica.
Plaza de toros efímera que se monta cada mes de septiembre en la plaça Major de Algemesí. Ribera Alta. Provincia de Valencia.
b. Ámbito.
Conocimientos tradicionales sobre prácticas productivas, procesos y técnicas.
c. Tipología.
Sistema constructivo tradicional.
d. Denominación principal y otras.
Sistema constructivo de la Plaza de toros de Algemesí; montaje de la plaza.
e. Comunidades o personas relacionadas con el elemento.
La construcción de la plaza de toros de Algemesí tiene un fuerte carácter histórico, patrimonial y artístico; es un bien patrimonial cultural que los ciudadanos de Algemesí construyen tradicionalmente cada año con satisfacción y orgullosos por su compromiso con la tradición de siglos de historia que se transmite de generación en generación, al hacer posible el trabajo y la organización conjunta en la Comisión Taurina de las peñas de jóvenes, peñas de adultos y de gente más mayor. Así lo ha entendido siempre el pueblo. Así lo ha comprendido y autorizado siempre la Administración.
f. Descripción concisa.
La Plaza de toros de Algemesí tiene una forma característica y que la dota de singularidad en el mundo de las plazas de toros. Ideada en la forma actual en 1943 por el arquitecto Joan Segura de Lago, la plaza es en la actualidad un cuadrilátero con los lados paralelos a las fachadas de los edificios que forman la plaza Mayor.
Está dividida en 29 gradas dispuestas en cuatro secciones: de la 2 a la 4 forman el lado del Ayuntamiento, del 6 al 14 forman el lado de la Pastora, del 16 al 20 el lado de Xarpa, y del 22 al 29 el lado de la Iglesia. Quedan cuatro gradas que forman las cuatro esquinas del cuadrilátero, el 1, el 5, el 15 y el 21.
Los cadafales se fijan en el pavimento, por medio de dados, los puntos de colocación de los puntales de carga delanteros de cada cadafal. La primera sección de anguileras reposa sobre ellos y sobre una jácena asentada sobre puntales de carga compuestos por dos piezas, una como apoyo y otra como guía (normalmente troncos de pino) ligados como mínimo por tres trozos de cuerda. Entre estos puntales y los delanteros van dos troncos como tirantes. Muy pocos cadafales tienen una sola sección, generalmente tienen dos secciones (algunos ángulos más). Esta segunda sección reposa sobre la primera jácena y sobre una segunda, también sobre puntales de carga, arriostrados por medio de tablas, formando la cruz de Sant Andreu y debajo un entarimado o cama de polainas colocadas en sentido vertical. Sobre las anguileras se colocan las escuadras a nivel y colocadas una detrás de otra. Después se tapa el cadafal con un forro de tableros y dejando un espacio para la escalera. A continuación, se colocan los asientos sobre el graderío o se disponen sillas o banquillos. La construcción de esta plaza empieza a las pocas horas de la entrada de la Virgen María de la Salud en la Basílica de San Jaime en la última procesión de las Fiestas de la patrona.
2. Marco espacial.
a. Localización.
Plaza Mayor de Algemesí. X: 721 481; Y: 4341089.
b. Recorrido.
La fiesta de la Semana de Toros de Algemesí, así como los elementos que la caracterizan, y entre ellos su peculiar plaza rectangular de madera, contienen un fuerte carácter histórico patrimonial único en el ámbito de nuestra comunidad y todavía a nivel de Estado.
3. Marco temporal.
Fue en 1943 cuando el prestigioso arquitecto algemesinense Joan Segura de Lago junto a un grupo de maestros cadafaleros conciben la plaza tal y como se conoce hoy en día, adaptada en la plaza mayor casi rectangular, adaptada a las calles que abocan a la plaza, a las balconadas, a las edificaciones y rincones existentes. Una plaza que forma un conjunto armónico y de ingenio formado por puntales, jácenas, mesas, tablones, bancos etc... que se disponen y consolidan con yeso o cuerda de esparto... La plaza no tiene soporte en las paredes circundantes y se sostiene mediante una estudiada compensación de fuerzas formando unos graderíos resistentes y firmes con un ancho pasillo por la parte de bajo que permite circular a los espectadores sin problema.
a. Calendario.
Es un trabajo frenético que se empieza a dar forma una vez que la Mare de Déu de la Salut entra en la Basílica de San Jaime en la madrugada del 9 de septiembre. Por lo que respecta a las maderas que son utilizadas en la estructura de la plaza, son las mismas año tras año, solo se cambian en el supuesto de que estén deterioradas. Cada peña cadafalera es la encargada de custodiar y guardar las maderas que dan forma a su cadafal. Cuerdas, clavos y madera son los únicos materiales que se utilizan para el montaje de la plaza, afortunadamente nunca en la historia de la fiesta ha habido que lamentar ningún contratiempo; eso sí, la plaza cumple con todas las normas de seguridad. Los chiqueros que se montan para guardar las reses destinadas para la lidia sobre una idea materializada por el maestro Coloma, que quiso así que la plaza de toros de Algemesí contara con estos corrales próximos al coso.
b. Periodicidad.
Algemesí también es la ciudad que todos los años construye una espectacular plaza de toros rectangular de madera, en la cual se celebra, a finales de septiembre, la feria de corrida de novillos más antigua e importante del mundo. Es la Setmana de Bous de Algemesí.
4. Descripción y caracterización.
La plaza de toros de Algemesí tiene desde sus inicios, una serie de aspectos constructivos muy peculiares, que unidos todos ellos, la hacen diferente a la mayoría de plaza de toros. Aspectos como por ejemplo su ubicación, (en la plaza Mayor de Algemesí), materiales que se emplean en su construcción, (la madera, clavos y cuerdas de ligar), y tiempos de montaje (una semana), la hacen única en su género.
La plaza de toros está situada en la plaça Major de Algemesí, ocupando la totalidad de misma, desde la cual sobresalen los edificios colindantes en la plaza, el balcón del Ayuntamiento y el campanario de la Iglesia.
La superficie de plaza es aproximadamente de mil setecientos metros cuadrados, siendo la zona de lidia o albero un cuadrilátero, de unos setecientos metros cuadrados, y el resto de la plaza, el graderío, permitiendo un aforo de más de cuatro mil personas sentadas.
Los materiales empleados para su construcción son materiales tradicionales, la madera y cuerda de ligar, y por supuesto los clavos de todos los tamaños.
a. Orígenes documentados o atribuidos.
La Plaza ha evolucionado a lo largo de los tiempos desde la formada por carros hasta la estructura actual, ideada por el arquitecto Segura de Lago con la colaboración de maestros cadafaleros locales en 1943 y la cual consiste en una estructura de jácenas ligadas entre sí para formar las gradas y adaptarse singularmente al trazado cuadrangular de la plaza.
Una fiesta ancestral.
Aunque las primeras noticias taurinas que se conservan en el Archivo Municipal de Algemesí datan del 1643, es seguro que se celebraban fiestas con toros desde mucho antes.
A esto contribuyó que la población tuviera un corral de toros, que era un terreno destinado exclusivamente a pasto. Poseer un corral era una distinción y un derecho real que Algemesí disfrutaba desde la época medieval. Cuando se arrendaba a ganaderos de vacuno, se los exigía, además del pago del precio del arrendamiento y el cumplimiento del abastecimiento de carne, que dejaron algunos animales para correrlos en las fiestas.
Los animales entraban por las calles de Algemesí hasta la plaza Mayor, donde se montaban plataformas rudimentarias para poder ver el espectáculo, primero con carros y troncos de morera, y más tarde con graderíos que dieron lugar a la plaza que hoy conocemos. La fiesta la nació del pueblo, y con su participación se modeló y creció. De hecho, la forma rectangular y la manera de montar la plaza de toros es fruto de la arquitectura popular.
b. Evolución histórica/Modificaciones.
Las primeras noticias taurinas que se conservan en el Archivo Municipal datan del 19 de agosto de 1643, aunque la relación de Algemesí con los toros arrancó en el siglo XIV.
Construcción de las primeras plazas.
Desde siempre la fiesta se celebró en la plaza Major, por lo cual fue necesario procurar a la concurrencia un lugar donde poder contemplar el espectáculo. A medida que la fiesta despertaba mayor interés y su auge iba en alza, era necesario idear un graderío con mayor capacidad y bastante robusto para albergar al creciente número de forofos.
No se sabe con certeza cuando nacieron los cadafales como tales, pero se supone que ya a principios del siglo XVIII la apariencia de la plaza era similar a la que ha perdurado hasta nuestros días. El documento ya referido anteriormente por el cual el consistorio pagó en 1735 al carpintero Josep Domínguez para hacer y formar el corro, deja sentado que las fiestas taurinas eran ya tradicionales, que se celebraban en el mismo lugar y por tanto ya existía una plaza o graderío dispuesto para presenciar los festejos. La primitiva plaza se formaba con carros, puertas viejas y tablones clavados entre sí sobre un trenzado de troncos. Dentro de la plaza, el frontis de los cadafales lo componían troncos de pino o morera. Los primeros graderíos fueron planos, a manera de tarima alta sostenida por un bosque de troncos verticales y cruzados que hacían que el tráfico inferior fuera toda una proeza. Arriba, la gente más próxima a la arena se sentaba sobre mantas o pieles, y detrás, en cajones y sillas plegables, los otros.
Más tarde, se chapó con tablones el interior de la plaza y empezaron a ponerse cuatro o cinco graderíos en el cadafal de la Cofradía de la Divina Pastora, que fue el pionero. La construcción de estos elementales cadafales se impuso a principios del siglo XIX, y el primer dato riguroso que notifica su alzamiento lo encontramos en el libro de Acords, cuando, con fecha 9 de septiembre de 1843, se decidió que los gastos derivados de su montaje fueron por anticipado de la villa, incluso se designó un maestro de obra. El 17 de septiembre de 1859, el ayuntamiento dio plenos poderes al alcalde para que concediera la construcción del cadafal a quien considerara más oportuno. Y un año más tarde se propuso «hacer un tablado gradado para las corridas, percibiendo de los que lo ocupan la correspondiente retribución». Es un dato importantísimo, porque el documento deja sentado la evolución de la plaza a su fisonomía singular y definitiva.
Evolución de la plaza en el siglo XX.
A principios del siglo XX se diferenciaban varios tipos de cadafales, y aunque la apariencia final era de montaje de una sola pieza, bien es verdad que gran parte de los lugares comprendían cadafales y cadafalets. Estos últimos eran los más próximos a la arena, y por tanto más bajos, y detrás de ellos, prolongándose en altura, se situaban los grandes para acabar formando un cuerpo. Bien es verdad que el montaje de tantos lugares, aunque más pequeños que los actuales, era un auténtico embrollo por la cantidad de acoples que se tenían que ajustar. Como anécdota hay que hacer constancia que aquella plaza de principios de siglo dejaba un espacio abierto –sin chapar– en el frontis, a la altura de los ojos de una persona, que permitía ver los toros desde bajo de los cadafales a pie de arena; eso sí, previo pago de la pertinente entrada.
La fisonomía de la plaza y del montaje de los cadafales cambió poco hasta la llegada de los años 40, cuando el arquitecto local Juan Segura de Lago, con la inestimable ayuda de los maestros cadafalers, unificó criterios para acabar poniendo de acuerdo con todos a la hora de erigir la plaza. Ya en 1942, desaparece la diferenciación de cadafales y cadafalets, construyéndose de metro en metro de frontera y de una sola pieza –es decir, desde el frontis hasta las fachadas–, y en la subasta, todo aquel que se quedara dos metros tenía derecho a quedarse, si le interesaba, los dos siguientes al mismo precio que los anteriores. Un año después, se subastaron por primera vez de dos en dos metros, continuando con la opción de dos metros más.
Pero la mayor contribución de Juan Segura de Lago fue aclarar el paso inferior de la Plaza, que hasta entonces era un maremágnum de pinos y maderas que hacían del tráfico del personal casi una proeza. Cada peña montaba y apuntalaba según su propio criterio, eso sí, siempre supervisado por el arquitecto pertinente. Se estudió la mejor manera de combinar funcionalidad y seguridad, y el resultado fue un ancho corredor para poder circular que ha perdurado, sin más cambios, hasta nuestros días.
Para convertirse en práctica habitual que cada peña se quedara con dos lugares de dos metros contiguos, a partir de 1950, los cadafales quedaron estipulados en cuatro metros (los estándares), dando como resultado los 29 lugares que hoy conocemos. Ese mismo año se fijaron unos puntos en el pavimento de la plaza Mayor para la colocación de los puntales de carga, puntos que todavía hoy perduran, aunque con una notoria mejora en comodidad que aportó el maestro de cadafales, José Borrás ‘Coloma’ con unas arquetas fijas de 60 cm. de profundidad.
c. Personajes: indumentarias, prácticas y funciones.
Al contrario de lo que se pueda pensar por la complejidad de la estructura, son los propios cadafalers los que se encargan de levantar en poco más de una semana esta obra, debajo la atenta mirada del técnico de plaza y debajo la supervisión del aparejador y del arquitecto.
Dirigiendo el montaje a pie de plaza.
La familia Borràs, más conocida como Coloma, ha estado toda una vida ligada al montaje de la plaza y barreras de la calle. Primero, Coloma padre, como jefe de plaza, y después, su hijo, Salvador.
Por otro lado, Pepe montador de los corrales y las barreras del recorrido del encierro. Una familia ligada en una fiesta, a una tradición y en un pueblo.
d. Elementos, procesos.
Los materiales empleados para su construcción son materiales tradicionales, la madera y cuerda de atar, y por supuesto, los clavos de todos los tamaños.
Como puntales de carga o pilares, se utiliza pino del país, de diferentes longitudes. Desde los puntales de apoyo en la parte delantera «frontis», de un metro de longitud, hasta puntales de carga en la última sección de los cadafals de esquina, que superan los doce metros, y que ascienden hasta un total de mes de mil doscientos puntales en toda la plaza.
La madera utilizada es pino del país, con diferentes dimensiones y anchuras según su función en la estructura del cadafal, tenemos las vigas de carga o «peces de càrrega» de 400x25x7.5 cm, las viguetas o «anguileres» de 400x20x6.5 cm y los tablones o las tablas de forro de 400x20x2,5 cm, además de las escuadras, tacos y cuñas para el montaje de los escalones del graderío, y es el total de madera utilizada de más de cien metros cúbicos.
e. Desarrollo y secuenciación temporal.
En la actualidad, la tradición, mejorada cada año con pequeños o grandes detalles técnicos, en la construcción de los cadafales viene facilitada por la fijación en el pavimento por medio de dados de los puntos de colocación de los puntales de carga delanteros de cada cadafal. La primera serie de anguileras descansa sobre ellos y sobre una jácena asentada sobre puntales de carga compuestos de dos piezas, una como apoyo y otra como guía (normalmente son troncos de pino) ligadas como mínimo por tres ligazas de cuerda. Entre esos puntales y los delanteros van dos troncos como tirantes.
Muy pocos cadafales tienen un solo tramo; los otros tienen dos tramos o más (los ángulos). Este segundo tramo descansa sobre la primera jácena y sobre una segunda, también sobre puntales de carga, arriostrados mediante mesas, formando la «cruz de San Andrés», y debajo un entarimado o lecho de polainas colocadas en sentido vertical. Los cadafales de más de dos tramos, los puntales de carga posteriores de los cuales dan a partes libres de edificios van apuntalados con larguísimos troncos de pino. Sobre las anguileras se colocan las escuadras a nivel en su huella, colocadas una a continuación de otra hasta su total pendiente; sobre ellas se forra el cadafal con tablas, dejando un vacío para la escala de subida.
Después se colocan los asientos sobre el graderío o bien se ponen sillas o bancos.
f. Organización/dedicación/financiación. Una plaza única.
La plaza es un ejercicio metafísico de compensación de fuerzas, de equilibrio y al mismo tiempo de robustez y seguridad. Madera, clavos y cordaje: no hay más. Cada 9 de septiembre, la plaza Mayor se llena con las maderas que las peñas utilizarán para elevar una plaza de toros con capacidad para casi 5.000 espectadores que quedará totalmente montada en el plazo aproximado de diez días, dispuesta para albergar la feria de novilladas más antigua e importante del mundo.
g. Relación de los bienes muebles e inmuebles o entornos de interés vinculados.
La plaza de toros está situada en la plaza Major de Algemesí, y ocupa la totalidad de misma, desde la cual sobresalen los edificios colindantes en la plaza, el balcón del Ayuntamiento y el campanario de la basílica de San Jaime, declarada bien de interés cultural.
5. Interpretación y simbolismos.
La plaza es la señal de identidad de la Setmana de Bous de Algemesí, es el orgullo de un pueblo que la siente como propia, es el estandarte que hace única una feria singular. Montar la plaza es el argumento de la fiesta. La fuerza de la tradición impone y obliga a seguir levantando, año tras año, cada mes de septiembre un monumento único de arquitectura e ingeniería popular.
6. Percepción e implicación de la población y grado de apertura al público Una organización peculiar.
En la actualidad, la plaza se construye gracias al montaje de veintinueve cadafales. Veintinueve sectores adjudicados a través de una subasta anual en la que intervienen todas las peñas que pretenden optar a un lugar y que, después de conseguir su propósito, tienen que encargarse no solo del montaje, sino también de la venta de las entradas correspondientes.
El resultado económico final de la subasta constituye el presupuesto para confeccionar los carteles de los nueve días de Feria y otros espectáculos que se desarrollarán, todo esto organizado por una Comisión Taurina formada por un miembro de cada cadafal.
Parece evidente, por lo tanto, que nos encontramos ante una de las ferias más antiguas del panorama taurino mundial, y sus carteles, eso sí, anunciaron desde siempre y prácticamente en exclusiva, los nombres más importantes del escalafón de novilleros. Es por eso por lo que Algemesí ha constituido un referente para las jóvenes promesas del toreo, y un triunfo en su plaza ha significado un aval para su carrera.
Aun así, Algemesí no se ha privado de la contratación puntual de algunos de los mejores matadores de toros de los últimos tiempos, así como de las figuras del toreo a caballo más significativas.
El pliego de condiciones.
Desde el siglo XVIII la construcción de la plaza siempre siguió un patrón marcado por los técnicos que a tal efecto designaba el Consistorio. Pero el primer pliego de condiciones riguroso debió de nacer al mismo tiempo que la subasta, supuestamente a finales del XIX, a pesar de que lo más antiguo que se conserva es un manuscrito que lleva fecha de 1908.
7. Salvaguardia.
a. Agentes y metodología de transmisión La comisión taurina.
La comisión taurina se constituye de entre los representantes de cada peña adjudicataria de la subasta para asumir la responsabilidad en la organización de la feria. Todas y cada una de las 29 peñas o cadafales tienen derecho a contar con un portavoz. Por encima de la comisión únicamente está la Asociación de Peñas Cadafaleras, el órgano supremo de las cuales es la Asamblea general. Forman parte de la asociación con voz y boto todas las peñas adjudicatarias de cadafal en la subasta de ese año.
Precedentes de la comisión.
La primera vez que el Libro de Actas cita a la Comisión de los toros fue el 5 de septiembre de 1877, cuando después de que la corporación decidiera expulsar la vacada del boalar y aprobara dar seis corridas de toros pagados del fondo municipal, se nombraron cinco miembros para hacerse cargo de la organización de la fiesta. Todos pertenecían al Consistorio, porque entonces la fiesta era administrada y dirigida por el ayuntamiento; como a buen seguro que ya antes de la mencionada fecha existían encargados de coordinar todo lo en lo referente a los toros, por ejemplo, los ‘verlas’, encargados de la selección de animales en el boalar.
A partir de mediados del siglo XX el ayuntamiento se valió de aficionados de reconocido prestigio que asesoraron y contribuyeron a la organización. Estos colaboradores empezaron a aflorar a partir de la posguerra, con nombres como Batiste Rubio Montoro, Jesús Martínez o José Bomboí. Hay precedentes históricos que señalan un intento por parte de los propios cadafalers de controlar la fiesta. Los primeros se remontan a 1914, y más tarde, con mayor insistencia en 1922, cuando un grupo de peñistas solicitó que, para tratar los asuntos de las fiestas taurinas, se incluyera una gestora a la cual ellos mismos habían denominado La Iniciativa. La propuesta no tuvo éxito porque el Consistorio no la tuvo en cuenta.
Evolución en la conformación de la comisión.
Desde el siglo XVII, la Comisión, si es que entonces se le podía denominar así, estaba conformada por los Jurados de la villa, que eran cuatro. Su número de integrantes no subió hasta los años 40 del siglo XX. La primera modificación sustancial de la Comisión ocurrió en 1945, cuando se determinó que estuviera compuesta por tres cadafalers además de tres conejales del consistorio. En 1960 se aumentan a cinco los representantes cadafalers y seis delegados del ayuntamiento. En 1971 se dispuso que la Comisión Taurina estuviera compuesta por siete cadafalers, 13 miembros de la corporación municipal y tres asesores elegidos entre los aficionados algemesinenses de reconocido prestigio. En 1972 los cadafalers aumentan a 10 sus representantes. Pero la modificación más drástica e importante acontece en 1979, cuando el ayuntamiento cede todo el protagonismo en la celebración de la Feria a los peñistas y deja en sus manos y con carácter general la constitución de la Comisión. Únicamente, y solo a efecto de supervisión, se integró a varios concejales.
b. Otras acciones de salvaguardia.
A nivel arquitectónico: el régimen de protección es el asignado a los elementos con nivel de protección parcial a las normas del Catálogo. Las intervenciones en la plaza tendrán que ser integrables o desmontables para el posterior montaje de los cadafales en septiembre.
Entorno de protección: De acuerdo con el artículo 11.1.a) del Decreto 62/2011 del Consell, el entorno de protección del inmueble es el resultante de sumar en la manzana donde se encuentra este, los espacios públicos limítrofes con el mismo incluyendo las fachadas que entran en contacto en dichos espacios públicos. La propia plaza y las fachadas de las edificaciones constituyen el entorno de protección.
c. Identificación de riesgos y diagnóstico.
Las peculiaridades producto del devenir histórico en cuanto a organización (subasta pública de lotes de la plaza), temporalidad (nueve días de festejos), ubicación (la plaza Mayor de la ciudad, que acabadas las fiestas debe recuperar el pulso normal de centro ciudadano) y, sobre todo, la tradición, nos inducen a pensar que por su versatilidad de uso, fácil transporte, moderado coste de adquisición y gran capacidad de despiece y reutilización, la madera tiene asegurada la pervivencia como principal elemento constructivo del coso taurino de Algemesí. No obstante, consideramos que cualquier modificación sustancial de las circunstancias anteriormente expresadas pondrá en peligro la supervivencia de la fiesta, la construcción de esta histórica plaza de toros y su peculiar y original forma de construcción y gestión.
d. Valoración y justificación de la declaración.
La construcción de la plaza de toros tiene un fuerte carácter histórico, patrimonial y artístico; es un bien patrimonial cultural que los ciudadanos de Algemesí construyen tradicionalmente cada año con satisfacción y orgullosos por su compromiso con la tradición de siglos de historia que se transmite de generación en generación, al hacer posible el trabajo y la organización conjunta en la comisión taurina de las peñas de jóvenes, peñas de adultos y de gente más grande. Así lo ha entendido siempre el pueblo. Así lo ha comprendido y autorizado la Administración.
8. Documentación asociada.
a. Audiovisual.
Escaneado de la plaza de toros de Algemesí en 3D, nube de puntos y recorrido virtual. Escaneado de 2017. https://www.youtube.com/watch?v=clhbmp0h7ng&t=16s
Video sobre el proceso constructivo de la plaza de toros de Algemesí: https://youtu.be/yprhapwanjq
Video del NODO sobre la originalidad de la plaza (data de 1952) https://www.youtube.com/watch?v=vz8td-plf3a
b. Documental.
– Juan Carlos Ferragud, técnico de la plaza de toros de Algemesí: «La construcción del primer cadafal data de 1850». Artículo en Mundotoro. https://www.mundotoro.com/noticia/juan-carlos-ferragud-arquitecto-de-la-plaza-de-toros-de-algemesi-la-construccion-del- primer-cadafal-data-de-1850/1730231
– Entrevista a Salva Borràs «Coloma»: La madera, los clavos y la cuerda forman la plaza de toros de Algemesí. https://www.e6d.es/noticias/entrevista-a-salva-borras-coloma---la-fusta-els-claus-i-la-corda-formen-la-plaa-de-bous-dalge mesi#ad-image-0
– Museo taurino dedicado a la plaza de toros de Algemesí ubicado en el Museu Valencià de la Festa http://www.museuvalenciadelafesta.com/va/page/museu-tauri
– Historia de los toros en Algemesí. La Voz de Algemesí https://www.laveudalgemesi.es/historia-dels-bous-a-algemesi/
– Reportaje divulgativo sobre el proceso constructivo de la plaza de toros y sus orígenes: https://www.valenciabonita.es/2022/09/20/setmana-de-bous-algemesi-2022/
– El montaje de la plaza de toros de Algemesí, una obra de arte a mano. Mundotoro. https://www.mundotoro.com/noticia/el-montaje-de-la-plaza-de-toros-de-algemesi-una-obra-de-arte-a-mano/1450124
– Una plaza de toros que se monta en una semana. Las Provincias. https://www.lasprovincias.es/ribera/plaza-toros-monta-20220922095735-nt.html?ref=https%3A%2F%2FWWW.LASPROVINCIAS.ES%*2Fribera%2Fplaza-toros-monta-20220922095735-nt.HTML
9. Información técnica.
a. Investigadores.
Vicent Climent Blasco. Técnico departamento de Fiestas. Ayuntamiento de Algemesí.
Silvia Donderis. Jefa de servicio de Contratación de Obras y Medio Ambiente. Departamento de Urbanismo.
Ayuntamiento de Algemesí.
b. Informantes.
Francisco José Llácer Bueno, catedrático y cronista oficial de Algemesí. Archivo Comisión Taurina de Algemesí.
Archivo Municipal. Biblioteca Municipal de Algemesí.
c. Fecha.
Meses de abril, mayo y junio de 2024.
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Avda. de Manoteras, 54 - 28050 Madrid