El Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación y Ciencia, y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaría y de la Producción Ecológicas (IFAPA), Organismo autónomo adscrito a la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, han formalizado con fecha 23 de enero de 2007, un Convenio de Colaboración, para la «realización de un experimento sobre el sistema agrícola del secano andaluz».
En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 8.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, esta Dirección General dispone su publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
Madrid, 26 de enero de 2007.-El Director General del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, Mario Gómez Pérez.
CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE EL INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA AGRARIA Y ALIMENTARIA Y EL INSTITUTO ANDALUZ DE INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN AGRARIA, PESQUERA, ALIMENTARIA Y DE LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICAS, PARA LA REALIZACIÓN DE UN EXPERIMENTO SOBRE EL SISTEMA AGRÍCOLA DEL SECANO ANDALUZ
En Madrid, a 23 de enero de 2007
REUNIDOS
De una parte la Sra. Dña. Carmen Hermosín Gaviño, Presidenta del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (en lo sucesivo IFAPA) con CIF Q4100689A, con sede en Tabladilla, s/n, 41071 Sevilla, en representación del mismo en virtud del Decreto 368/2003, de 30 de diciembre, por el que se dispone su nombramiento y actuando conforme a las atribuciones que le confiere el artículo 10. h) del Estatuto del Instituto, aprobado por el Decreto 359/2003, de 22 de diciembre.
Y de otra parte, el Sr. D. Mario Gómez Pérez, Director General del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (en lo sucesivo INIA), con CIF. Q-2821013-F, con sede en Madrid, Ctra. de La Coruña, km 7,5, en representación del mismo, en virtud del Real Decreto 1879/2004, de 6 de septiembre, por el que se dispone su nombramiento, actuando conforme a las atribuciones que le confiere el artículo 12.2.d) del Estatuto del INIA, aprobado por Real Decreto 1951/2000, de 1 de diciembre. Actuando ambos en razón de sus respectivas competencias y reconociéndose poderes y facultades suficientes para formalizar el presente Convenio.
EXPONEN
Primero.-Que el INIA, organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación y Ciencia por el Real Decreto 553/2004, de 17 de abril, de reestructuración de los Departamentos ministeriales, actúa conforme a lo establecido en el Real Decreto 1951/2000, de 1 de diciembre, por el que se aprueba el Estatuto del Organismo y de acuerdo con el artículo 15 de la Ley 13/1986, de 14 de abril, de Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica, en virtud de la cual pueden celebrar convenios de Colaboración los Organismos Públicos de Investigación.
Segundo.-Que el IFAPA, organismo autónomo adscrito a la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, creado por la Ley 1/2003, de 10 de abril, puede suscribir convenios de colaboración conforme a lo establecido en el artículo 20 de sus Estatutos, aprobados por el Decreto 359/2003, de 22 de diciembre. Tercero.-Que la Universidad de Córdoba, a través de su Departamento de Ciencias y Recursos Agrícolas y Forestales de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes, inició en 1986 un experimento de campo de larga duración en los Vertisoles de secano de la campiña andaluza, para estudiar el efecto conjunto del método de laboreo (convencional y no laboreo), la rotación de cultivos (trigo continuo, trigo-girasol, trigo-garbanzos, trigo-habas y trigo-barbecho) y la dosis de Nitrógeno fertilizante (0, 50, 100 y 150 kg N ha-1) aplicada al cereal. Todo ello con el fin de establecer sistemas de agricultura de secano sostenibles, que puedan ser puestos en práctica por los agricultores de la región Mediterránea. Cuarto.-Que la sostenibilidad, en el contexto agrícola, tiene como fundamento el mantener e incluso incrementar el rendimiento de los cultivos por unidad de input aplicada, que permita satisfacer la demanda creciente de alimentos a la vez que se conserva el medio ambiente. Tales objetivos exigen una investigación que tenga una fuerte perspectiva de tiempo. En este ámbito, los experimentos de larga duración han adquirido un notable protagonismo. Su finalidad es comparar la productividad biológica y económica de diferentes sistemas de rotaciones y prácticas de cultivo. Las altas variaciones interanuales del clima, especialmente la lluvia en la región Mediterránea, y por consiguiente de los rendimientos de los cultivos, pueden hacer necesario varios ciclos de cultivo para constatar diferencias que realmente sean significativas. Además, las diferencias de suelos, relaciones agua-suelo y variabilidad de patógenos y plagas, puede suministrar información que explique las variaciones de rendimientos entre los sistemas de producción y sugerir estrategias, en relación con la secuencia de cultivos y las prácticas de manejo, para incrementar la eficiencia en la utilización del agua y los nutrientes y controlar las poblaciones de malas hierbas, plagas y enfermedades. A este respecto, los ensayos de larga duración actúan como «laboratorios», donde se estudian los mecanismos y los problemas particulares en condiciones continuas de campo, en las que el cultivo y el historial input/output es bien conocido; y donde además se examinan las tendencias en el tiempo de la calidad de los recursos y de los rendimientos de los cultivos. Entre los experimentos más conocidos de larga duración, además del más antiguo y clásico de «Rothamsted» en el Reino Unido, iniciado en 1843, figuran: «Sanborn Fields» en Missouri, EEUU (1888); «Old Rotation Study» en Auburn, Alabama, EEUU (1896); y «Residue Management Experiment» en Oregon, EE.UU. (1931). Estos experimentos, junto a otros más recientes, están siendo objeto de análisis en numerosos tratados y reuniones científicas en los últimos años, como una referencia obligada para los estudios de sostenibilidad. Quinto.-Que la prueba más convincente sobre la sostenibilidad de un sistema agrícola son los experimentos a largo plazo con resultados positivos. Aún con sus limitaciones, los experimentos de larga duración suministran la única base empíricamente razonable sobre la cual se puede evaluar el concepto de sostenibilidad. El valor de los experimentos de larga duración viene dado por su capacidad para generar conocimientos que puedan mejorar la actuación biológica y económica de los sistemas de cultivos. Sirven como una temprana señal de alerta para detectar problemas que amenazan la productividad futura. Los experimentos de larga duración bien conducidos son unos indicadores principales de sostenibilidad, y suministran a los científicos la oportunidad de investigar las relaciones causa-efecto que gobiernan las tendencias de productividad, antes que ello sea apreciado en las explotaciones agrarias. Sexto.-Que después de 20 años de experimentación de campo y 3 años de ensayos de verificación tecnológica y demostración adicionales, en 4 localizaciones en distintas áreas de la campiña andaluza, se considera conveniente continuar los experimentos. En el primer caso ampliando los objetivos, en aspectos tales como el estudio del impacto de los sistemas de laboreo sobre la erosión y otras propiedades físicas del suelo, análisis de costes de inputs y rentabilidad y productividad del sistema. La continuidad de los ensayos de demostración es requerida para consolidar su establecimiento y permitir que los cambios estudiados por los sistemas de laboreo y las rotaciones de cultivo en el suelo sean más consistentes y proporcionen resultados más fiables del comportamiento de los cultivos y las rotaciones. Es a partir de ahora cuando se podrá iniciar con más fiabilidad la transferencia del manejo y de los resultados de tales ensayos de demostración a los agricultores, y realizar estudios reales de carácter técnico, económico y ambiental de los sistemas estudiados. Séptimo.-Que las partes consideran justificada la continuación de los experimentos en la doble vertiente ya mencionada, ante la necesidad de adecuar la actividad agrícola a los preceptos de la sostenibilidad, condicionante exigido por la sociedad y que debe ser compatible con la rentabilidad del sector agrícola del secano andaluz. Por todo ello, las partes acuerdan suscribir el presente Convenio de colaboración, que se regirá con arreglo a las siguientes cláusulas:
Primera. Objeto del Convenio.-Los objetivos del presente convenio son los siguientes: 1. Estudio a largo plazo de la influencia del método de laboreo, rotación de cultivos y dosis de nitrógeno (N) fertilizante en el secano de la campiña andaluza, en relación con: a) La materia orgánica y el N mineral del perfil del suelo.
b) El balance de agua en el suelo y eficiencia en el uso por los cultivos. c) Dinámica y balance del N y eficiencia en el uso por los cultivos. d) Fijación de N2 por las leguminosas. e) Crecimiento, rendimiento y calidad de los cultivos. f) Incidencia y desarrollo de plagas y enfermedades. g) Dinámica de las poblaciones de malas hierbas.
2. Establecimiento de un modelo de optimización del nitrógeno fertilizante en las distintas rotaciones de cultivo y sistemas de laboreo estudiadas.
3. Análisis de funciones de producción, determinación de indicadores de rentabilidad y de eficiencia productiva y análisis de sustentabilidad. 4. Realización y gestión de cuatro ensayos de verificación tecnológica y demostración distribuidos en distintas zonas del secano andaluz. 5. Transferencia de los resultados
Segunda. Actuación de las partes en el Proyecto.-La realización de los trabajos se ajustará a lo especificado en el apartado 4 del Anexo al presente convenio, Metodología y Plan de trabajo.
El resumen de las actividades a realizar por cada una de las partes es el siguiente:
a) El IFAPA será responsable de la ejecución y supervisión del Proyecto, que ejercerá poniendo a disposición del mismo un Técnico Superior de su plantilla fija, a tiempo parcial, y se encargará de administrar los recursos económicos procedentes del INIA, que se aplicarán al pago de los gastos del Proyecto. Asimismo, se responsabilizará de mantener a disposición del Proyecto las 4 parcelas de demostración de 3 hectáreas cada una en las distintas zonas de Andalucía. La ejecución del Proyecto podrá ser realizada por el IFAPA directamente o mediante encomienda de gestión a un organismo de investigación de carácter público y capacitado para este fin.
b) El INIA se responsabilizará de la financiación de los gastos del Proyecto correspondientes a personal contratado, material inventariable, material fungible y viajes y dietas. Esta financiación realizada a través del IFAPA que actuará, de acuerdo con lo expuesto, como entidad ejecutora o se encargará de encomendarla a un organismo de carácter público.
Tercera. Evaluación económica.-La evaluación económica de las actividades del Proyecto, especificada en el Anexo al presente Convenio, es de doscientos siete mil euros (207.000 €).
Anualidades |
Euros |
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2007 |
69.000 |
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2008 |
69.000 |
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2009 |
69.000 |
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Total Convenio |
207.000 |
Estas cantidades anuales serán transferidas por el INIA al IFAPA con cargo a la aplicación presupuestaria 18.204.467D.751.00, abonándose de la forma siguiente:
La primera anualidad en el mes siguiente al de la firma del Convenio.
El pago de las siguientes anualidades estará condicionado a la presentación del correspondiente informe anual de seguimiento y a la justificación del gasto realizado con cargo a la anualidad anterior. Esta justificación consistirá en la presentación de fotocopia compulsada de las facturas o documentos que justifiquen esos gastos antes del fin de cada anualidad, sin cuya justificación no se podrán efectuar nuevos libramientos de fondos. Junto con los informes anuales y el informe final se acompañará un certificado de la Gerencia o Servicio de Contabilidad del IFAPA, en el que se especifiquen, detallados por conceptos, los gastos efectuados. A este informe se añadirá también, si procede, fotocopia del reintegro al Tesoro Público de los fondos no utilizados. Dicho reintegro en caso de producirse, deberá hacerse en la cuenta de ingresos del INIA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, calle Alcalá, n.º 16, número 0182.2370.46.0200203535) Cuarta. Seguimiento del Convenio.-El seguimiento del Convenio se realizará mediante una Comisión de Seguimiento responsable de la supervisión de los trabajos desarrollados en el mismo, de las decisiones sobre la planificación y modificaciones de las actividades programadas y de la interpretación del presente Convenio, resolución de discrepancias, dudas o conflictos que se presente en la ejecución de las actividades del Proyecto. Esta Comisión se reunirá una vez al año y siempre que las necesidades lo requieran. La Comisión estará formada por:
El Investigador Principal, responsable del Proyecto, perteneciente al organismo público al que el IFAPA encomiende la ejecución del Proyecto.
El Técnico Superior nombrado por el IFAPA para ejercer la supervisión del Proyecto. El Director de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) del INIA. Un representante de la Administración General del Estado, nombrado por la Delegación del Gobierno en Andalucía.
El Investigador Principal presentará un informe anual a la Comisión de Seguimiento en el que se expresen las actividades realizadas y las incidencias que se hayan podido presentar.
Quinta. Información entre las partes y utilización de los resultados.-Cada parte se compromete a mantener informada a las otras partes del desarrollo del presente Convenio, tanto de los trabajos científico-técnicos alcanzados en su realización, como de cualquier extremo relevante para la consecución de los mismos. Dado que el objetivo final del Convenio es la aplicación de los resultados más relevantes de la investigación por el sector agrario interesado (agricultores, asociaciones profesionales agrarias, servicios técnicos de empresas, etc.), también cada parte se compromete a difundir dichos resultados, en el ámbito de su competencia, y a realizar el máximo esfuerzo conjunto para la transferencia tecnológica al sector. Todos los trabajos y publicaciones en que se divulguen los resultados obtenidos sobre la investigación al amparo de este Convenio deberán hacer expresa mención al INIA y al IFAPA. Sexta. Régimen de personal.-El régimen del personal de cada una de las partes, si desarrolla alguna actividad en sede de la otra, deberá respetar las normas de funcionamiento interno sin que en ningún caso se altere su relación jurídica ni adquiera derecho alguno frente a la otra parte. Séptima. Comienzo de efectos y duración del Convenio.-El presente Convenio, que surtirá efectos desde el día de su firma, tendrá una duración de tres años. No obstante, podrá ser prorrogado, cada vez por iguales periodos de tiempo, mediante la oportuna Acta de Prorroga, que deberá formalizarse con anterioridad a la finalización de su plazo de duración, por acuerdo expreso de las partes. La tramitación de la prórroga precisará autorización ante la Comisión Delegada del Gobierno para Política Autonómica, en los mismos términos que la autorización del presente convenio. Octava. Resolución del Convenio.-El presente Convenio podrá ser resuelto por acuerdo mutuo y voluntario de las partes o por Acuerdo Motivado de una de ellas por incumplimiento de cualquier cláusula del Convenio, lo que deberá comunicar a la otra parte fehacientemente, previa audiencia de la misma y con, al menos, un mes de antelación. Novena. Régimen jurídico y resolución de conflictos.-El presente Convenio tiene naturaleza administrativa conforme a los artículos 6 y 8 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común y se fundamenta en lo establecido en el artículo 15 de la Ley 13/1986, de 14 de abril, de Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica. Asimismo, se incluye en los previstos en el artículo 3.1.c) del Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, modificado por el Real Decreto Ley 5/2005, de 11 de marzo, siéndole de aplicación, en defecto de normas específicas, los principios de dicho texto legal, para resolver las dudas y lagunas que pudieran producirse. Las cuestiones litigiosas a que se pueda dar lugar la interpretación, modificación, efectos o resolución del presente Convenio serán del conocimiento y competencia del orden jurisdiccional de lo contencioso-administrativo, con arreglo a la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de dicha jurisdicción, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 8.3 de la citada Ley 30/1992. En prueba de conformidad, y para la debida constancia de todo lo convenido, ambas partes firman el presente Convenio en triplicado ejemplar y en todas sus hojas, en el lugar y fecha al principio indicados.-El Director General del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, Mario Gómez Pérez.-La Presidenta del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica, Carmen Hermosín Gaviño.
ANEXO Proyecto
Título: Influencia del método de laboreo, rotación de cultivos y fertilización nitrogenada en el sistema agrícola de secano de la campiña andaluza: un experimento de larga duración.
Memoria
Resumen: En 1986 se inició un experimento de campo de larga duración, en un suelo Vertisol de secano de la campiña andaluza, para estudiar el efecto conjunto del método de laboreo (convencional y no laboreo), la rotación de cultivos (trigo continuo, trigo-girasol, trigo-garbanzos, trigo-habas y trigo-barbecho) y la dosis de N fertilizante (0, 50, 100 y 150 kg N ha-1) aplicada al cereal (Proyectos AGF95-0553, AGF97-0498 y AGL2000-0460). El objetivo es continuar dicho estudio con relación al rendimiento y calidad de los cultivos, dinámica y balance del N en el suelo, eficiencia del N fertilizante, fijación de N2 por las leguminosas y su contribución al N del suelo, balance de agua en el suelo, incidencia de plagas y enfermedades y dinámica de las poblaciones de malas hierbas. La información acumulada disponible será utilizada para establecer de forma dinámica un modelo de optimización del N fertilizante en el trigo y realizar análisis económicos (funciones de producción, indicadores de rentabilidad y eficiencia productiva y análisis de sustentabilidad).
1. Introducción
1.1 Investigación en sistemas agrícolas.
La investigación agrícola actual es con frecuencia fragmentaria, realizada sobre alguno de sus componentes. Se ha realizado poca investigación sobre las interacciones y los aspectos integrales de la agricultura, relativos a las relaciones entre rotaciones de cultivo, métodos de laboreo, control de plagas, enfermedades y malas hierbas y ciclo de nutrientes. La consecuencia de ello es la falta de soluciones prácticas para los problemas de los agricultores. La experimentación debe suministrar las bases físicas, biológicas y económicas para el entendimiento de los ecosistemas agrarios sobre las cuales los sistemas y prácticas sostenibles han de fundamentarse. Los esfuerzos de la investigación deben ir dirigidos hacia sistemas que alcancen el múltiple objetivo de rentabilidad, productividad continuada y seguridad ambiental.
La productividad del suelo es un factor clave en los sistemas agrícolas de las regiones áridas y semiáridas. Es definida como la capacidad del suelo para producir un cultivo específico o secuencia de cultivos bajo unas prácticas definidas. Se mide en términos de producción obtenida outputs con relación a los inputs de factores de producción, para un tipo específico de suelos y en un sistema definido de cultivo. Por lo general, en los ambientes áridos y semiáridos los problemas más serios que afectan a la productividad del suelo son la erosión, la pérdida asociada de nutrientes y el agotamiento de la materia orgánica. En estos suelos, el componente vital es la materia orgánica, la cual se debe mantener y reponer mediante aportaciones regulares de residuos vegetales. Los sistemas de cultivo de la región Mediterránea presentan una marcada especificidad, debido tanto a las peculiaridades de clima y suelo como a los aspectos históricos, económicos y sociales. El clima mediterráneo es característico por la alta variabilidad estacional de la lluvia. Los suelos son pobres en materia orgánica y con frecuencia presentan alto riesgo de erosión por el agua y el viento, debido a la presencia de pendientes irregulares. La disponibilidad de agua en el suelo es el principal factor que limita el potencial del rendimiento de los cultivos, especialmente los cereales, así como su respuesta al N, que depende de la cantidad de lluvia y su distribución en la estación de crecimiento. La agricultura de la región Mediterránea ha sufrido en los últimos años el impacto de las técnicas agrícolas intensivas, que afecta negativamente a la fertilidad de los suelos, especialmente a través de los procesos de erosión. Se imponen nuevas técnicas agrícolas que actúen positivamente sobre el medio ambiente, sin que se resienta la economía de la explotación agraria. Entre ellas, el laboreo del suelo es de capital importancia. Frente al laboreo convencional, que erosiona y degrada la estructura del suelo, han surgido las técnicas de no laboreo y de laboreo de conservación, que tienen indudables ventajas agronómicas y económicas. Estos nuevos sistemas de laboreo no han sido todavía suficientemente evaluados en la agricultura mediterránea. Por otro lado, las rotaciones de cultivo, sobre todo con intervención de leguminosas, representan una opción ventajosa en el marco de la agricultura sostenible frente al monocultivo, por numerosas razones sobradamente conocidas. Finalmente el N, que representa uno de los principales inputs de la agricultura, puede ser también una fuente contaminante de las aguas. Los niveles óptimos de N fertilizante han de ser establecidos en función del clima, las reservas del suelo y de las rotaciones, con el fin de alcanzar los máximos rendimientos y evitar la polución difusa. En el N del suelo, cuya dinámica es compleja, es de gran interés el estudio de los efectos producidos por el cambio de técnicas de cultivo, puesto que repercuten a medio y a largo plazo en la economía del N fertilizante de la explotación agrícola.
1.2 El papel de los experimentos de larga duración en la agricultura sostenible.
En la década de los 80 se establecieron los principios de la agricultura sostenible, que tienen su razón de ser en la protección del medio ambiente, tan deteriorado en muchos sistemas agrícolas, especialmente en climas semiáridos, debido a la erosión y pérdida de la fertilidad del suelo y a la contaminación de las aguas por lixiviación y escorrentía de fertilizantes y plaguicidas. Para alcanzar los objetivos de la agricultura sostenible se preconizan los sistemas de cultivo de bajos inputs, para minimizar la utilización de medios de producción externos a la explotación (fertilizantes y fitosanitarios), reducir los costes de producción, evitar la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, disminuir los residuos de plaguicidas en los alimentos y los riesgos para el agricultor; e incrementar, tanto a corto como a largo plazo, la rentabilidad de la explotación. En el caso de la agricultura mediterránea de secano, caracterizada por un uso limitado de medios de producción, cabría preguntarse si es posible una mayor reducción de inputs. Sin duda, en muchos aspectos, los sistemas agrícolas mediterráneos están más próximos a los objetivos que pretende la agricultura sostenible, respecto a los sistemas intensivos propios de los climas templados del norte y centro Europa. Por otra parte, como se ha puesto de manifiesto, es evidente la necesidad de revisar otros factores para mejorar la sostenibilidad de la agricultura mediterránea, tomando como índice la productividad del suelo o el contenido de materia orgánica del mismo. Entre ellos, los sistemas de laboreo reducido o de conservación, el papel del barbecho y las rotaciones, la introducción de leguminosas, los cultivos de cobertura y de abonado verde, la optimización de la fertilización, etc.
En los últimos años se está dando un nuevo énfasis a una dimensión marginada de la investigación agrícola que es el tiempo, en relación con las consecuencias que tiene el incremento anual de la producción en los sistemas y respecto a las tendencias a largo plazo. El objetivo apreciable de la sostenibilidad agrícola es la prolongación indefinida de los rendimientos a su nivel actual, y preferiblemente que tengan una tendencia creciente que satisfaga el crecimiento de la demanda. El rendimiento sostenible depende de la optimización de la producción por unidad de input, sin tener una excesiva dependencia de dichos inputs. Mantener y mejorar la producción actual y potencial demanda una investigación que tenga una fuerte perspectiva de tiempo. En este marco, los experimentos de larga duración han adquirido un notable protagonismo. Su finalidad es comparar la productividad biológica y económica de diferentes sistemas de rotaciones y prácticas de cultivo. Las altas oscilaciones anuales de la lluvia, y por consiguiente de los rendimientos de los cultivos, pueden hacer necesario varios ciclos de cultivo para apreciar diferencias significativas. Además, las diferencias entre suelos, relación agua-suelo y variabilidad de patógenos y plagas, puede suministrar información que explique las diferencias de rendimientos entre sistemas de producción y sugerir estrategias en las que la secuencia de cultivos y las prácticas de manejo puedan ser elegidas para incrementar la eficiencia en la utilización del agua y los nutrientes y controlar las poblaciones de malas hierbas, plagas y enfermedades. A este respecto, los ensayos de larga duración actúan como «laboratorios» en los cuales los problemas particulares o mecanismos pueden ser estudiados en condiciones continuas de campo, donde el cultivo y el historial input/output es bien conocido; y donde además se examinan las tendencias en el tiempo de la calidad de los recursos y de los rendimientos de los cultivos. Entre los experimentos más conocidos de larga duración, además del más antiguo y clásico de «Rothamsted» en el Reino Unido, iniciado en 1843, figuran: «Sanborn Fields» en Missouri, EEUU (1888); «Old Rotation Study» en Auburn, Alabama, EEUU (1896); y «Residue Management Experiment» en Oregon, EE.UU. (1931). Estos experimentos, junto a otros más recientes, están siendo objeto de análisis en numerosos tratados y reuniones científicas en los últimos años, como una referencia obligada para los estudios de sostenibilidad. La prueba más convincente sobre la sostenibilidad de un sistema agrícola son los experimentos a largo plazo con resultados positivos. Aún con sus limitaciones, los experimentos de larga duración suministran la única base empíricamente razonable sobre la cual podemos evaluar el concepto de sostenibilidad. El valor de los experimentos de larga duración viene dado por su capacidad para generar conocimientos que puedan mejorar la actuación biológica y económica de los sistemas de cultivos. Sirven como una temprana señal de alerta para detectar problemas que amenazan la productividad futura. Los experimentos de larga duración bien conducidos son unos indicadores principales de sostenibilidad, y suministran a los científicos la oportunidad de investigar las relaciones causa-efecto que gobiernan las tendencias de productividad, antes que ello sea apreciado en las explotaciones agrarias. El valor de los experimentos bien diseñados y ejecutados se incrementa con el tiempo, aunque la longevidad de los mismos los hace más costosos. Sin embargo, la efectividad de su coste puede incrementarse si los experimentos alcanzan a un número de diferentes objetivos y si estos son realizados en áreas bien caracterizadas de forma que los resultados puedan ser extrapolados. Entre los objetivos más fácilmente identificados están:
Testar la sostenibilidad de un agro-ecosistema particular a lo largo del tiempo y determinar que cambios, si fuesen necesarios, habría que realizar para mantener la sostenibilidad.
Suministrar datos de valor inmediato a los agricultores, ecologistas y ambientalistas para mejorar las prácticas agrícolas. Suministrar datos a la comunidad científica en relación con los procesos del suelo y la planta, para controlar la fertilidad del suelo, la productividad de la planta y la calidad del agua y el hábitat. Permitir una valoración realista de las actividades no agrícolas del hombre sobre la fertilidad del suelo y la calidad de la planta. Suministrar datos a largo plazo que puedan ser usados en el desarrollo de modelos matemáticos, para predecir los probables efectos de las prácticas de manejo y de los cambios del clima en las propiedades del suelo, en su capacidad productiva y en el medio ambiente.
Las tendencias a largo plazo en el rendimiento de los cultivos son difíciles de identificar en los ambientes de secano de pluviometría anual variable. Bajo estas condiciones, la lluvia es el determinante más fuerte del rendimiento y subordina a la dosis de fertilizante, a las prácticas de laboreo o al cultivo precedente en la rotación. El análisis de tendencias con tales datos requiere encontrar técnicas biométricas y estadísticas que reduzcan las «interferencias» de la variación estacional. La medida de la sostenibilidad, donde destaca la relevancia de los inputs, requiere además, utilizar métodos económicos y estadísticos que determinen funciones de producción y el Índice de productividad social total (Total social factor productivity), incluyendo la valoración de las externalidades, y la «salud» del ecosistema, representada básicamente, para la agricultura de secano semiárida, por el suelo y en concreto por el contenido de la materia orgánica del mismo.
1.3 Estudios previos.
La extensión de experimentos de campo de larga duración es limitada y su localización está restringida a algunas zonas, de EE.UU., Europa (Reino Unido) y Asia. En la región Mediterránea existe limitada información sobre los efectos a largo plazo del método de laboreo y la rotación de cultivos en los suelos Vertisoles de secano, que tan representativos son de la campiña andaluza. Estudios similares se han realizado en las grandes planicies americanas (US Great Plains) en condiciones de secano y utilizando diferentes métodos de laboreo y rotación de cultivos, que incluyen el trigo y el barbecho.
En 1986, el Grupo de Investigación, denominado «Agronomía de Leguminosas y Cereales» de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y Montes de la Universidad de Córdoba, inició un experimento de campo de larga duración en un suelo Vertisol representativo de la campiña andaluza (Experimento «Malagón» Córdoba), para estudiar la influencia conjunta en el sistema del método de laboreo (laboreo convencional y no laboreo), rotaciones de cultivo (trigo continuo, trigo-girasol, trigo-habas, trigo-garbanzos, trigo-barbecho) y dosis de N fertilizante aplicadas al cereal (Proyectos CICYT AGF95-0553, AGF97-0498 y AGL2000-0460).
2. Objetivos
En 1986, el Grupo de Investigación, denominado «Agronomía de Leguminosas y Cereales» de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y Montes de la Universidad de Córdoba, inició un experimento de campo de larga duración en un suelo Vertisol de secano representativo de la campiña andaluza, para estudiar los efectos del método de laboreo, la rotación de cultivos y la dosis de nitrógeno fertilizante en el rendimiento de los cultivos, y en la dinámica y balance del nitrógeno y agua del suelo y su eficiencia. Los tratamientos permanentes establecidos en un mismo suelo fueron: 2 métodos de laboreo (convencional y no laboreo), 4 rotaciones bianuales de cultivo (trigo-girasol, trigo-garbanzos, trigo-habas, trigo barbecho desnudo) y monocultivo de trigo, y 4 dosis de nitrógeno fertilizante aplicadas siempre al trigo (0, 50, 100 y 150 kg N ha-1). Los objetivos del presente proyecto, tras 20 años de implantación del experimento, pretenden continuar, potenciar y ampliar multidisciplinarmente los estudios iniciados, de forma integrada, y son los siguientes:
1. Estudio a largo plazo la influencia del método de laboreo, rotación de cultivos y dosis de N fertilizante en el secano de la campiña andaluza, en relación con: a) La materia orgánica y el N mineral del perfil del suelo.
b) El balance de agua en el suelo y eficiencia en el uso por los cultivos. c) Dinámica y balance de N y eficiencia en el uso por los cultivos. d) Fijación de N2 por las leguminosas. e) Crecimiento, rendimiento y calidad de los cultivos. f) Incidencia y desarrollo de plagas y enfermedades. g) Dinámica de las poblaciones de malas hierbas e influencia de los tratamientos herbicidas.
2. Establecimiento de un modelo de optimización del nitrógeno fertilizante en las distintas rotaciones de cultivo y sistemas de laboreo estudiados.
3. Análisis de funciones de producción, determinación de indicadores de rentabilidad y de eficiencia productiva y análisis de sustentabilidad. 4. Establecimiento y gestión de 4 ensayos de verificación tecnológica y demostración distribuidos en distintas zonas del secano andaluz. 5. Transferencia de los resultados.
3. Beneficios del Proyecto
El proyecto tiene un marcado carácter multidisciplinar y sus objetivos se enmarcan en los principios de la agricultura sostenible. La simplificación del laboreo, las rotaciones de cultivo, con incluso de leguminosas, y la optimización de la fertilización nitrogenada, desempeñan un papel esencial en la conservación del medio ambiente y en el diseño de sistemas de cultivo de bajos inputs. Son escasas las investigaciones integradas de larga duración que se han realizado o realizan en la agricultura de secano mediterránea. Los beneficios científicos, técnicos y económicos que se derivan de esta investigación se concretan en establecer las posibles ventajas del sistema de no laboreo frente al laboreo convencional en los suelos Vertisoles de campiña, que son más de 600.000 ha, en el sur de España; en divulgar el papel de las leguminosas en la rotación como mejoradoras de la fertilidad y de las propiedades físicas del suelo; en comprobar las ventajas e inconvenientes del barbecho desnudo; en optimizar la dosis de nitrógeno fertilizante en los cultivos de la rotación, con el fin de mejorar la productividad y evitar los efectos de lavado y contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Finalmente, estudiar económicamente el sistema, mediante el cálculo de costes, ratios de gestión, índices de rentabilidad, estimación de funciones de producción y análisis de tendencias. La metodología del proyecto (diseño y tratamiento experimental, evaluaciones, técnicas de muestreo y analíticas, etc.) puede ser de gran utilidad para transferirla a otras áreas y sistemas de cultivo de la región Mediterránea.
4. Metodología y plan de trabajo
El experimento de campo mantiene la misma estructura de su inicio en 1986, realizándose las mismas observaciones y evaluaciones e incorporándose continuamente nuevos estudios, entre los que merecen destacarse el uso del N marcado (15N) para determinar la eficiencia del N fertilizante, la fijación de N2 por las leguminosas y las pérdidas de N por lavado en el perfil del suelo.
4.1 Ensayos de campo. 4.1.1 Localización. Finca Malagón situada en el t.m. de Córdoba (37° 46' N y 4° 31' W), con una altitud de 280 m sobre el nivel del mar. El suelo es homogéneo y característico Vertisol de secano de la campiña andaluza (Typic Haploxererts). Los principales índices que caracterizan dicho suelo, según los análisis efectuados en 1986 (0-30 cm de profundidad), son los siguientes: Textura: arena 13%, limo 18%, arcilla 69%.
pH en agua: 7.7. Materia orgánica: 9.6 g kg-1 P asimilable (Olsen): 4.9 mg kg-1 K asmilable: 531 mg kg-1 Carbonatos totales: 7.5%. Caliza activa: 7%. CIC: 46.5 meq 100 g-1
4.1.2 Diseño experimental. En 1986, se marcó de forma permanente una parcela uniforme de 24.975 m² (135 × 185 m) en la que se situó el experimento de campo. En un diseño en parcelas sub-subdivididas, con cuatro repeticiones, se establecieron dos métodos de laboreo (convencional y no laboreo) como parcelas principales; cuatro rotaciones bianuales (trigo-girasol, trigo-garbanzos, trigo-habas y trigo-barbecho desnudo) y monocultivo de trigo, como subparcelas; y cuatro dosis de N fertilizante aplicado siempre al cultivo de trigo (0, 50, 100 y 150 kg N ha-1), como sub-subparcelas. Desde el año 2003 se ha introducido la dosis de 75 kg N ha-1 y distintos fraccionamientos de esta dosis y de la de 100 kg N ha-1. Cada rotación está duplicada en la secuencia de cultivo inversa con el fin de obtener información anual de todos los cultivos. El tamaño de la parcela elemental (sub.-subparcela) es de 50 m² (10 × 5 m), siendo el número total de parcelas 432.
Desde hace años el experimento está protegido por una cerca perimetral de 1.5 m de altura, que lo protege del resto de la finca y evita cualquier accidente fortuito.
4.1.3 Técnicas y material utilizado. La siembra de las parcelas de no laboreo se efectúa con una sembradora específica de no laboreo, que lleva incorporada una tolva dosificadora de abono. La reja que localiza y entierra la semilla es la única labor que recibe el suelo en este tratamiento. El control de malas hierbas en el no laboreo, antes y después del cultivo, se efectúa con sucesivos tratamientos de glifosato + MCPA (0.5 + 0.5 l ha-1). El laboreo convencional consiste en alzar con arado de vertedera después de la recolección del cereal, seguido de varias labores de grada de discos y/o escarificador para desmenuzar los terrones y preparar el lecho de siembra de todos los cultivos. Los residuos de cultivo en el método de no laboreo son dejados en el suelo, permaneciendo como mulching y en el laboreo son incorporados al suelo. La parcela de barbecho permanece limpia de malas hierbas todo el año, utilizándose glifosato + MCPA en el método de no laboreo y labores de grada en el laboreo convencional.
Los cultivares utilizados y las fechas y dosis de siembra de los diferentes cultivos son las siguientes:
Cultivo |
Variedad |
Época de siembra |
Dosis de siembra (kg/ha) |
Trigo harinero. |
Gazul. |
Final de noviem-bre. |
180 |
Habas. |
Alameda. |
Noviembre. |
190 |
Garbanzos. |
Diferentes cultivares según resistencia a rabia. |
Final de enero. |
100 |
Girasol. |
Diferentes híbridos. |
Febrero. |
4 |
A las parcelas de trigo se aplica el N fertilizante en forma de nitrato amónico 33.5%. En las dosis iniciales (50, 100 y 150 kg N ha-1) el 50% después de la siembra del trigo y el 50% restante en el ahijado. En las nuevas dosis de 75 kg N ha-1, 50 kg en ahijado y 25 kg en encañado. En el nuevo fraccionamiento de la dosis 100 kg N ha-1, 50% en ahijado y 50% en encañado. No se efectúa ninguna aplicación de abonado nitrogenado a los demás cultivos.
En microparcelas de 1 × 2 m, situadas en el interior de cada parcela sembrada de trigo de los diferentes métodos de laboreo y rotaciones, y en la sub-subparcela correspondiente a la dosis de 100 kg N ha-1 (sólo en 3 repeticiones) se aplicará N marcado (15N), a la misma dosis y época de aplicación que el N convencional, y también en forma de nitrato amónico, con el 2.5% de enriquecimiento de 15N. Asimismo, en las parcelas de habas y garbanzos de ambos sistemas de laboreo y en 3 repeticiones se establecerán también microparcelas de 1× 2 m en las que se aplicará, en la siembra 15N, en forma de nitrato amónico con el 2.5% de enriquecimiento, a la dosis equivalente de 10 kg N ha-1 para estudiar la fijación de N2. Cada año se realiza un abonado fosfatado único, también a las parcelas de trigo, a la dosis de 125 kg P2 O5 ha-1, localizándolo junto a la semilla con la dosificadora acoplada a la sembradora. Los altos niveles de K asimilable del suelo no aconsejan, por ahora, utilizar fertilizante potásico. En cada cultivo se realizan las prácticas habituales. El control de malas hierbas se efectúa con los siguientes herbicidas específicos: puma y tribenurón (trigo), trifluralina (girasol) y cianazina (habas y garbanzos). El control químico de plagas y enfermedades se realiza según las observaciones y los umbrales críticos de daños y con los productos más idóneos según eficacia, toxicidad y persistencia. La recolección de las parcelas de cultivo se efectúa con la cosechadora de ensayos Nurserymaster elite de 1.5 m de anchura de corte. Se cosechará una superficie de 30 m² (3 × 10 m) de cada parcela, dejándose 1 m de borde a cada lado. Las microparcelas de N marcado (15N) se recolectarán de forma manual.
4.2 Determinaciones y análisis. 4.2.1 Suelos. Cada tres años, en todas las parcelas, se toman, antes de la siembra, muestras de suelo a 90 cm de profundidad, separando los estratos de suelo a 0-15, 15-30, 30-60 y 60-90 cm de profundidad. En dichas muestras se determinan la materia orgánica, NH4+-N y NO3-N.
Anualmente, en cada parcela elemental de todos los cultivos, incluido el barbecho, se toman muestras de suelo a 0-90 cm de profundidad, antes de la siembra y después de la recolección, para determinar el contenido de NH4+-N y NO3-N en el conjunto del perfil. Anualmente, en cada parcela elemental de cultivo, incluido el barbecho, se determina la humedad volumétrica del agua en el suelo a 0-30, 30-60 y 60-90 cm, antes de la siembra y después de la recolección, con un medidor Theta Meter Delta T. Las muestras de suelo son secadas, trituradas, homogenizadas y tamizadas, conservándose en cámara frigorífica a 2-3° C hasta su análisis. La materia orgánica se determina por el método de combustión seca de Dumas y calcinación. El NH+4-N se determina según el método colorimétrico descrito por Kempers (1974). El NO-3-N se obtiene por el método colorimétrico de Griess-Illosvay con las modificaciones introducidas por Barnes y Folkard (1951). Para el análisis de NH4+-N y NO3-N se emplea un Autoanalizador Bran + Luebbe. De todas las muestras de suelo tomadas cada año se conserva en congelador una alícuota para posibles análisis posteriores que quieran realizarse.
4.2.2 Cultivos. En cada parcela elemental, de los distintos tratamientos, se realizan anualmente las siguientes determinaciones: Trigo: Fenología del cultivo.
Diagnóstico e incidencia de plagas y enfermedades. Evaluación de las poblaciones de malas hierbas. Densidad de espigas m-2 Producción de biomasa (materia seca total/ha). Rendimiento de grano y componentes (n.º de espigas/m², n.º de granos/espiga y peso del grano). Índice de cosecha. Valoración de la producción de residuos del cultivo incorporados al suelo. Extracción de N total por la cosecha (grano y paja) por el método Dumas de combustión (Analizador Leco FP-428). Extracción de N marcado (15N) (grano y paja) por espectrometría de masas (Espectrómetro de masas de alta resolución VG G30). Calidad harinera del grano: proteínas (NIR InfraAlyzer 260) y fuerza panadera (Alveógrafo y consistógrafo Chopin).
Girasol: Fenología del cultivo.
Establecimiento y densidad de plantas. Diagnostico e incidencia de plagas y enfermedades. Evaluación del ataque de Jopo (Orobanche cernua). Evaluación de las poblaciones de malas hierbas. Producción de biomasa (materia seca total/ha). Rendimiento de grano y componentes (n.º de capítulos, n.º de granos/capítulo y peso del grano). Índice de cosecha. Valoración de la producción de residuos del cultivo incorporados al suelo. Extracción de N total por la cosecha (grano y paja) por el método Dumas de combustión (Analizador Leco FP-428). Riqueza grasa del grano (NIR InfraAlyzer 260).
Leguminosas (garbanzos, habas):
Fenología del cultivo.
Establecimiento y densidad de plantas. Diagnostico e incidencia de plagas y enfermedades. Evaluación del ataque de Jopo (Orobanche crenata). Evaluación de las poblaciones de malas hierbas. Grado de nodulación: n.º y peso seco de nódulos/planta. Producción de biomasa (materia seca total/ha). Rendimiento de grano y componentes (n.º de vainas/planta, n.º granos/vaina y peso del grano). Índice de cosecha. Valoración de la producción de residuos del cultivo incorporados al suelo. Extracción de N total por la cosecha (grano y paja) por el método Dumas de combustión (Analizador Leco FP-428). Extracción de N marcado (15N) (grano y paja) por espectrometría de masas (Espectrómetro de masas de alta resolución VG G30). Calidad del grano (proteínas y calidad de cocción del garbanzo).
4.3 Análisis de datos. Análisis estadístico de los datos e índices obtenidos.
Estimación de modelos de regresión rendimientos-lluvia. Determinación del efecto rotación en el rendimiento del trigo. Análisis de estabilidad del rendimiento del cereal en función del método de laboreo, rotación de cultivos y dosis de N fertilizante. Balance de N en el suelo. Índices de eficiencia del N fertilizante. Estimación de las reservas de N mineral del suelo en cada tratamiento. Estimación del N2 fijado por las leguminosas. Balance de agua en el suelo. Uso del agua por los cultivos. Valoración del modelo de optimización del N fertilizante en el trigo.
4.4 Análisis económico del sistema.
Estimación de funciones de producción y cálculo de productividades marginales de los cultivos.
Estimación de modelos estadísticos que expliquen las variaciones de la productividad total de los factores en función de las características de manejo del sistema de cultivo. Análisis comparativo de los efectos de las estrategias de laboreo o no laboreo y de las distintas rotaciones sobre el rendimiento de los cultivos, el margen bruto de la actividad y la productividad total de los factores.
5. Ensayos de verificación tecnológica y demostración.
El objetivo de estos ensayos es verificar y transferir a los agricultores los resultados técnicos, económicos y ambientales obtenidos en el experimento «Malagón» durante sus dos décadas de vida. Se trata de mostrar al agricultor la viabilidad del no laboreo en el trigo, girasol y habas, frente al laboreo convencional, como una alternativa igual de rentable y conservadora del suelo. También se pretende mostrar que no existe respuesta del trigo a dosis superiores a 100 kg N ha-1 las cuales suponen un aumento de costes y riesgos de contaminación del medio.
Los ensayos se localizan en 4 fincas gestionadas por la Empresa Pública Desarrollo Agrario y Pesquero de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. Estas son: Somonte (Palma del Río, Córdoba), Los Embalses (Campillo, Málaga), Cortijo Enmedio (Moclín, Granada) y Tomejil (Carmona, Sevilla). En todos los ensayos, los tratamientos son: 2 sistemas de laboreo (convencional y no laboreo); 2 rotaciones de cultivo (Trigo-habas y trigo-girasol), ambas repetidas en sentido inverso para obtener anualmente datos de cada cultivo; y 2 dosis de N fertilizante aplicado al trigo (la dosis experimental de 100 kg N ha-1 aplicada 50% en ahijado y 50% en encañado, y la dosis convencional de 180 kg N ha-1 utilizada por el agricultor aplicada: 44 kg en siembra, 68 kg en ahijado y 68 kg en encañado). El diseño experimental es en parcelas sub-subdivididas, siendo la parcela principal el sistema de laboreo, la subparcela la rotación de cultivo y la sub-subparcela la dosis de N fertilizante. Los ensayos se establecen con 2 repeticiones y con un tamaño de parcela elemental (sub-subparcela) de 600 m² (15 × 40 m). La superficie total ocupada por cada ensayo es de 3 ha. Las evaluaciones que se realizan en cada ensayo de demostración son las siguientes:
Registro pluviométrico y de temperaturas diarias.
Contenido de N mineral del suelo antes de la siembra, a las profundidades de 0-30, 30-60 y 60-90 cm. Diagnóstico e incidencia de plagas y enfermedades. Evaluación de las poblaciones de malas hierbas. Rendimiento de los cultivos de trigo, habas y girasol. Contenido de proteínas del grano de trigo y habas. Contenido graso del grano de girasol.
6. Difusión y explotación de los resultados
Transferencia a través de la Consejería de Agricultura y Pesca, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) y la Empresa Pública de Desarrollo Agraria y Pesquero (DAP): Publicación de un informe anual de los resultados conjuntos del experimento base y los 4 ensayos de demostración
Visitas de campo y sesiones informativas con los agricultores. Recomendaciones de fertilización nitrogenada. Promoción de los métodos de laboreo de conservación.
Otros medios de difusión:
Publicaciones en revistas internacionales y congresos científicos.
Publicaciones en revistas técnicas de divulgación de difusión nacional. Transferencia a los organismos competentes de la Administración Central y de las Comunidades Autónomas para su uso en la elaboración de códigos de Buenas Prácticas Agrarias y de Normativa de Producción Integrada de Cultivos.
7. Presupuesto anual
En este apartado se describen las aportaciones de las partes.
7.1 El IFAPA.
La aportación del IFAPA se refiere a la dedicación a tiempo parcial de un Técnico Superior, de su propia organización, encargado de la supervisión del Proyecto. Asimismo, este Instituto se responsabilizará de proporcionar en diferentes zonas las 4 parcelas para los ensayos de verificación tecnológica y de demostración, poniéndolas a disposición del Proyecto mediante el método que crea oportuno.
7.2 El INIA.
La colaboración del INIA se centra en la financiación de los gastos del Proyecto correspondientes a personal contratado, material inventariable, material fungible y viajes y dietas. a) En personal contratado. Para la realización de labores y operaciones de cultivo, siembras, toma de muestras de suelos y plantas, procesado de material de laboratorio, análisis de suelos, agua y material vegetal.
2 técnico auxiliares de campo/laboratorio: 40.800 €/año. 100 jornales: 4.200 €/año. Total personal: 45.000 €/año.
b) En material inventariable. Material bibliográfico y software informático: 2.500 €/año.
Total inventariable: 2.500 €/año.
c) En material fungible. Agroquímicos, gasoil, material de campo, nitrógeno marcado (15N), reactivos y patrones para análisis de suelo, agua y plantas, material de vidrio y vario de laboratorio: 7.500 €/año.
Total fungible: 7.500 €/año.
d) En viajes y dietas. Desplazamientos a los campos de ensayo: 9.000 €/año.
Total viajes y dietas: 9.000 €/año.
e) En otros gastos. Análisis de N en material vegetal en el Servicio Central de Apoyo a la Investigación, de la Universidad de Córdoba (1.500 muestras): 3.500 €/año.
Material y reparación de equipos, material informático, gastos de oficina, teléfono, fotocopias y publicación en revistas: 1.500 €/año. Total otros gastos: 5.000 €/año.
f) Aportación del INIA: 69.000 €/año.
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